El caso Zidane y los valores del deporte

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Valores del deporte
Valores del deporte en la infancia

Se habla del deporte, de sus valores y de su influencia positiva en la formación de los niños. Para acercarnos un poco a esta especie de nebulosa, relacionaremos el caso Zidane y los valores del deporte. En realidad, ¿cuáles son los valores del deporte? Como deporte podemos entender una actividad física regulada por un conjunto de normas y practicada con la finalidad de decidir un ganador, de pasar un rato divertido o de mejorar personalmente unas prestaciones.

Según sean esas normas, el medio, los objetos o aparatos utilizados podemos hablar de un deporte u otro. ¿Dónde están entonces los valores del deporte?

Intangibles esculpidos sobre anhelos de gloria

Los valores del deporte –en su más alta dimensión de este; es decir, en la élite- parecen ser una serie de intangibles esculpidos sobre los anhelos de gloria y/o dinero de sus practicantes y, en particular, de su amplio entorno. Hay que cincelar mucho, decapar mucha escoria -separar el grano de la paja- para llegar hasta los valores del deporte, una especie de filamentos casi imperceptibles que sostienen el deporte incluso en sus impurezas.

Zinedine Zidane

Zinedine Zidane dijo días atrás que se iba del Real Madrid, el club que “cambió mi vida” allá por el 2001. Era cuando su trayectoria deportiva avanzaba en la madurez –llegó al club de la capital del España con 29 años-, tres años después de la conquista de su segunda y última Serie A italiana con la Juventus de Turín y del Mundial con la selección francesa. Es decir, con los ecos de su último gran triunfo bastante apagados. A nivel de clubes estaba lejos del brillo que correspondía a un jugador de su excepcional calidad.

Zinedine Zidane

Sentimiento identitario

En el Real Madrid su estrella a nivel de clubes resplandeció al máximo nivel internacional, como había sucedido con la selección francesa en el Mundial de 1998. Esto le creó un gran sentimiento identitario con el club que manifiesta incluso en su despedida; pero que no fue suficiente para evitar su marcha.

Entender la vida

El hecho es noticia estos días a nivel mundial por lo sorprendente, por las razones esgrimidas y, tal vez, por esa puerta abierta que deja a la reflexión. La dimisión como entrenador es una consecuencia del modo que tiene Zinedine Zidane de entender la vida, que no difiere de su forma de concebir el fútbol.

Había defendido a ultranza a sus jugadores en un pésimo inicio de temporada para el nivel del club. Nunca se había visto a un técnico proteger de un modo tan rotundo a su plantilla.  Estaba agradecido a sus futbolistas por los éxitos pasados y seguía confiando en ellos. O, en última instancia, consideraba incluso que tenían derecho a fallar una vez.

Principios de lealtad

Zidane dejaba claro hasta qué extremo llegaban sus principios sobre la lealtad en cada rueda de prensa en la que los periodistas le obligaban a tragar un cáliz amargo, sin que desde la cúpula del club se alzase una voz dispuesta a apaciguar los ataques.

Lealtad hasta donde acompaña el resultado

El técnico no entendía la situación. No sabía que el presidente practica también la lealtad pero solo hasta donde acompaña el resultado. Es un hombre de negocios, del fútbol empresa. A menudo habla Florentino Pérez de los valores del Real Madrid, de los valores del deporte, pero son más bien unos valores basados en la excelencia y el éxito. Son unos valores que necesitan del resultado, como la planta del agua, para mantenerse vivos.

Los «otros valores del deporte»

Son los “otros valores” del deporte, que hoy solapan a los auténticos y que hacen que en deporte todo suceda de prisa, sea efímero y muy materialista.

Ronaldo Nazario, presidente del Real Valladolid, club que acaba de descender a Segunda División en la liga española, dijo que la trayectoria del equipo en la última parte de la temporada estaba siendo deficiente. Aun así, no quiso destituir al entrenador -fórmula habitual en todos los clubes- en reconocimiento a los servicios prestados a la entidad por Sergio González. Otro gesto de lealtad que hoy en día cuesta entender, porque los valores actuales del deporte no sobreviven a los resultados.

Inseguridad

Y al final, una tormentosa carta de despedida que refleja soledad y la inseguridad que la alta competición puede generar incluso en un triunfador por como Zinedine Zidane. Historias de un deporte superprofesionalizado, donde sus valores a veces se diluyen en exceso.

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