Muchas veces nos planteamos si el chocolate es bueno o malo, porque los niños, en particular, sienten una especial atracción hacia este producto y, en general, hacia todos los dulces. Esto -según una investigación publicada en 2015 por científicas de Estados Unidos- tiene una “explicación evolutiva”:
- La leche materna y los alimentos más calóricos, aquellos que el bebé más necesita para su desarrollo en sus primeros meses de vida, son dulces.
- Por eso sienten rechazo hacia los alimentos amargos (como las verduras), al objeto de evitar que ingiera sustancias tóxicas que responden a ese sabor; de ahí que no deberíamos culpar a los niños de que no les gusten las verduras, aunque si es conveniente ir habituándolos poco a poco a ese sabor.
Clases de chocolates
- Chocolate negro: posee una alta cantidad de cacao.
- Chocolate con leche: contiene con menos cacao y más porcentaje de grasas y azúcar.
- Chocolate blanco: sustituye el cacao por manteca de cacao y azúcar.
Moderación
Los especialista en nutrición concluyen que, con moderación, el chocolate para los niños es un alimento que ni supone un riesgo para la salud infantil ni un aporte de beneficios que pueda considerarse relevante. Aunque, siendo una tentación para el paladar, si conviene tener en cuenta algunas otras consideraciones.
Recomendaciones sobre el consumo de chocolate
El chocolate es un alimento rico en grasas y azúcares; pero también
posee otros compuestos que en proporciones moderadas pueden resultar beneficiosas para el organismo, por lo que podemos puntualizar lo siguiente:
- Puede entrar en la dieta de los niños a partir de los 12-14 meses, según indican especialistas en nutrición, aunque consumido con moderación.
- Está totalmente desaconsejado en niños con menos de 12 meses, por tratarse de un alimento considerado alergénico y con alto contenido en grasas y azúcares.
- Para niños de entre 1 y 5 años se recomienda no consumir más de 50 gramos diarios.
- Y esto no solo por el azúcar, sino también por la presencia de sustancias estimulantes en la composición de este producto, como la cafeína y la teobromina.
- El chocolate es “adictivo”, por lo que su consumo debe ser controlado.
- En el caso de niños diabéticos los chocolates puros son una buena alternativa, aunque su sabor es muy intenso y no suele gustarles a todos.
Inconvenientes del chocolate para los niños
- Contiene minerales tales como magnesio, calcio, hierro, zinc, cobre, potasio y manganeso, y vitaminas A, B1, B2, B3, C, E y ácido pantoténico.
- La cantidad de cobre que aporta el cacao es elevada y con una biodisponibilidad muy alta, pudiendo repercutir de manera negativa en la salud cardiovascular, además de inhibir la absorción y biodisponibilidad de otros nutrientes (concluye un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y Nutrición –EFSA-).
- La grasa del cacao puro, de la manteca de cacao, contiene básicamente ácido esteárico, oleico y palmítico, lo cual la hace bastante neutral en lo que a la salud se refiere, y tampoco afecta a los niveles de colesterol.
- El porcentaje de grasa aumenta al añadir otros ingredientes, como, por ejemplo, la leche, con lo que el producto ve incrementada la cantidad de ácidos grasos saturados, menos recomendables para la salud.
- La cantidad de azúcar presente en el chocolate con leche y el chocolate blanco supone un riesgo para la salud física y dental de nuestros pequeños.
- Es un alimento altamente calórico, por lo que debe tenerse en cuenta y consumir en pequeñas cantidades.
Beneficios, según especialistas en nutrición
- Es muy nutritivo y energético: puede ser beneficioso para afrontar la intensa actividad física que los niños realizan habitualmente.
- Su contenido en antioxidantes, polifenoles como las catequinas, puede contrarrestar el efecto negativo del cobre y ofrecer protección cardiovascular.
- Contiene calcio, especialmente, los chocolates blanco y con leche (100 gramos de chocolate blanco cubren el 15% de las cantidades diarias recomendadas de calcio).
- El cacao también contiene hierro, magnesio y vitamina E.
- La ingesta de chocolate favorece el incremento de feniletilamina, un neurotransmisor, responsable de la sensación de bienestar. Es capaz también de inhibir el dolor o modificar el estado de ánimo, pero puede crear dependencia.
- Tiene propiedades antidepresivas, ya que favorece la producción de serotonina, pudiendo contribuir a que los niños estén más centrados en sus tareas escolares.
- Contiene también teobromina y una pequeña cantidad de cafeína que puede mantener a los niños en estado de alerta, pero se aconseja bajar el consumo cuando se necesita favorecer la relajación o para evitar trastornos en el sueño.
Ingesta
A partir del año de vida, los niños pueden comer chocolate y otros dulces, aunque siempre en pequeñas cantidades, de manera no habitual y nunca más de 50 gramos al día antes de que alcancen los cinco años de edad.