La Oca es un juego de mesa que tradicionalmente se escondía detrás del tablero del juego del Parchís, algo así como una segunda opción o la cara B. Es sencillo y divertido y pueden participar dos o más jugadores, en el que cada jugador debe ir avanzando su ficha por un tablero compuesto por 63 casillas colocadas formando una espiral.
Llevados por la fortuna que nos depare cada tirada del dado, vamos recorriendo el tablero, sabiendo que según caigamos en una casilla u otra corremos distinta suerte, porque unas nos permitirán avanzar («de oca a oca y tiro porque me toca»), pero otras nos forzarán a perder turno o incluso a retroceder.
Gana el jugador que antes consiga llevar su ficha hasta la última casilla, conocida como “el jardín de la oca”. Los orígenes del juego de la oca hay quien asegura que están en una guía sobre la ida y vuelta del camino de Santiago, lo que se llama la Oca Medieval.
El parchís es un juego muy popular. Se juega con un dado y 4 fichas para cada jugador (de 2 a 4, aunque también hay tableros para 6 u 8 jugadores). El objetivo del juego es que cada jugador lleve sus fichas desde la salida hasta la meta intentando, en el camino, comerse las de sus adversarios. El primero en conseguirlo será el ganador.
El tablero sobre el césped del jardín
Hoy puedes trasladar la mesa de juegos al césped del jardín, con lo que la actividad lúdica resulta aún más gratificante y beneficiosa: menos sedentaria y desarrollo de las sesiones (partidas) al aire libre. Internet también permite compartir estos juegos con amigos físicamente distantes.