Se acaban las fiestas y, aunque las celebraciones navideñas se han suspendido en muchos países del mundo; no por ello han dejado de ser días propicios para los excesos alimentarios: comidas más abundantes de lo normal, ricas en grasas y azúcares y, en ocasiones, también abundante ingesta de alcohol. Por eso conviene recordar que la receta para una buena salud de mayores y niños esta 150 – 420 minutos de actividad física (deporte) semanales, que nos dicta la OMS.
Poca alegría para el cuerpo
La fiesta, como tiempo de ocio, nos libera, por lo general, mentalmente; pero para el cuerpo pude no constituir ninguna alegría, por los motivos expuestos.
Los niños hacen poco deporte
La pandemia, por otra parte, nos está llevando de confinamiento en confinamiento, de cuarentena en cuarentena; es decir, al aumento del sedentarismo. Aunque este modo de vida poco saludable ya venía ofreciendo datos muy preocupantes, según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indican: 1 de cada 4 adultos y 4 de cada 5 adolescentes no hacen suficiente ejercicio físico. Sus efectos se notan en incrementos entre la población mundial de enfermedades cardiacas, diabetes tipo 2, cáncer y obesidad.
150-300 y 420 minutos semanales
De 150 a 300 y 420 son los minutos de deporte semanales o ejercicio físico que la OMS recomienda, según se trate de personas adultas o niños y adolescentes. Para el primer grupo, la máxima autoridad sanitaria internacional señala entre 25 y 40 minutos diarios y para los más jóvenes, 60 minutos al día.
Ejercicio aeróbico
La intensidad del ejercicio deber ser aeróbico, en un umbral medio o medio-alto. Y esta recomendación no excluye a personas con enfermedades crónicas ni con cierto tipo de discapacidad, porque los efectos de una vida sedentaria o de unas comidas excesivas y poco sanas tampoco se olvidan de ellos.
La mente revuelta como un trastero
Algunas veces hemos dicho que si la población mundial caminase una hora cada día tranquilamente el mundo sería mejor. Caminar tonifica el cuerpo, pero también ayuda a nuestra mente a organizarse. Al final del día, nuestra mente puede ser un caos: prisas, preocupaciones, ansiedad… La mente en esos casos parece un cuarto trastero en el que es difícil encontrar algo y, sobre todo, discernir entre lo que vale y lo que habría que desechar.
Lo trascendente y lo intranscendente
Una buena caminata al final del día, especialmente si te gusta caminar en soledad, parece asentar la ideas, deja que se sedimenten: al fondo van las el más densidad, las más importantes, y en la superficie quedan flotando las más intranscendentes. Solo tienes que desprenderte de estas y pensar que al día siguiente te vas a centrar en las que se han depositado en el fondo, las que verdaderamente van a ser importantes para ti. Eso solo ya te da cierta tranquilidad y confianza. Te hace sentir que en cierto modo tienes el control de la situación.
Menor depresión y deterioro cognitivo
Por eso, la actividad física regular se relaciona con la reducción de los síntomas de depresión, ansiedad y con un riesgo de deterioro cognitivo (pérdida de memoria, menoscabo en la salud mental) mucho menor y de aparición más tardía. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, lo ha resumido así: “La actividad física es fundamental para la salud y el bienestar; puede ayudar a agregar años a la vida y vida a los años”.
Dependiendo de la edad, los ejercicios pueden ser de una u otra naturaleza. Las personas mayores deben evitar aquellos que puedan conducir a la pérdida del equilibrio; es decir, decantarse por aquellos que puedan practicarse en una posición de buena estabilidad.
“No tengo tiempo”
No tengo tiempo es un argumento (excusa) muy común para no dedicar al ejercicio físico media hora al día en el caso de las personas adultas y una hora en el de los niños y adolescentes. Ya se ha visto que en los niños el deporte no es un ejercicio de mantenimiento, sino de contribución a su desarrollo físico y mental. Por lo tanto, padres y madres deben ocuparse de que sus hijos e hijas realicen alguna actividad física, especialmente es estos tiempos en los que los juegos online y las redes sociales tientan al joven a encerrarse en su cuarto o habitación horas y horas, perdiendo la noción del tiempo.
“Me resulta muy monótono”
En los adultos, la expresión ‘no tengo tiempo’ es también muy usada para escapar de los 30 minutos diarios de ejercicio físico. Eso o ‘se me hace muy monótono’. Se puede acudir a un gimnasio cuando se busca un estado de forma más vigoroso, pero no hay excusa para no realizar 30 minutos diarios de ejercicio físico aeróbico en intensidades media o media-alta.
No hay excusas
Dependiendo de dónde vivamos, es cierto que tal vez no dispongamos en un entorno apropiado para caminar, porque, a veces, hacerlo por calles llenas de tráfico y ruidosas no parece ni lo más beneficioso ni lo más apetecible (aunque algo es algo); pero no hay excusas, 30 o 40 minutos de actividad física pude realizarse de muy diversas maneras.
Baila, salta, muévete…
Estamos haciendo ejercicio físico cuando caminamos o usamos la bicicleta para realizar aquel encargo para el que habíamos previsto utilizar el carro (coche) o el autobús. Vamos a tardar medida hora más, no importa, porque en ese tiempo va ya la actividad física del día.
Y si no vas a salir, pon música, baila, salta, muévete… o aplica un poco más de ritmo a aquellas tareas domésticas que requieren de cierta actividad física. La cuestión es realizar entre 150 – 420 minutos de deporte semanales o actividad física, en función de la edad.