INDICOOGUA (Instituto Diversificado por Cooperativa Guastatoya) es una institución docente que en dos décadas ha sabido ganarse el respeto y prestigio de la comunidad educativa en la ciudad de Guastatoya y en la propia Guatemala. Abrió sus puertas hace 21 años. Desde entonces, varias promociones y millares de jóvenes se han graduado en esta entidad educativa, bajo el lema: “Más que calidad, excelencia”.
Al frente de INDICOOGUA, desde hace 16 años, se encuentra su directora, la licenciada Ninfa Graciela Manríquez Caldera. Recurrimos a ella para que nos acerque a la realidad de su establecimiento y, en general, a la de los institutos por cooperativa en Guatemala. Todo ello desde una doble vertiente: la educativa y social, por un lado; y la que afecta a la enseñanza en tiempos de Covid-19, por otro.
Filosofía de los institutos por cooperativa en Guatemala
Para situarnos, la directora nos introduce en la filosofía de los institutos por cooperativa en Guatemala:
“Son entidades no lucrativas que nacen por iniciativa del Estado, al no contar este con los recursos suficientes para satisfacer las demandas de educación de la población”, explica. El Reglamento de Institutos por Cooperativa de Enseñanza de Guatemala, publicado 15 de marzo de 1995, hace referencia también a una “demanda de educación insatisfecha en diferentes comunidades del país”.
Institutos por cooperativa desde 1972
Los institutos por cooperativa surgen en Guatemala a raíz de una Orden Ministerial del 17 de enero de 1972. La citada orden promueve esta fórmula educativa que llama a la “participación en el proceso de educación y formación integral de los guatemaltecos a docentes, familias, municipalidades y otras organizaciones, bajo el principio del sistema cooperativo”, explica la licenciada Manríquez.
Oportunidad de acceder a una enseñanza cualificada
En condiciones normales, al finalizar el ciclo de la educación obligatoria una cantidad muy significativa de jóvenes tendría que abandonar el sistema educativo. Esto se haría -y lamentablemente se hace- sin haber adquirido unos conocimientos profesionales específicos, por la falta de recursos para pagarse unos estudios privados. En este aspecto es muy importante la función de entidades como INDICOOGUA.
Colegiatura a bajo coste
La necesidad de contar con los institutos por cooperativa en el sistema educativo de Guatemala sigue estando más vigente que nunca en el momento actual. Los institutos por cooperativa, superado el ciclo de enseñanza obligatoria, ofrecen “una colegiatura abajo coste y, por lo general, en lugares donde los jóvenes tienen menores opciones educativas”, recalca la directora de INDICOOGUA.
Perito en Administración de Empresas
“Nuestro establecimiento contó en este año 2020 con 354 alumnos cuyas edades suelen estar comprendidas entre los 15 y los 19 años. La especialidad que se imparte es la de Perito en Administración de Empresas. Tiene una duración de tres años y el horario es, en jornada vespertina, de 13:00 a 18:00 horas”, nos sigue comentado.
Con esta titulación los jóvenes salen preparados para trabajar en empresas, entidades bancarias o en la propia administración pública; así como para emprender por su propia cuenta cualquier actividad mercantil.
Financiación de los institutos por cooperativa
La financiación no es uno de los problemas menores a los que se enfrentan cada año estos establecimientos educativos. En ese sentido, INDICOOGUA tampoco es una excepción. Los setenta y cinco quetzales (Q 75.00) que pagan los alumnos mensualmente de enero a octubre, obviamente, son totalmente insuficientes para cubrir el presupuesto anual de la entidad.
Por eso cada instituto por cooperativa obtiene también “un subsidio anual de la Administración por cada sección. Esta aportación la reciben los centros en dos pagos: la primera cuota en abril y la segunda en octubre”, sigue explicando la docente.
INDICOOGUA, no solo por razones económicas
En el tiempo que lleva al frente de INDICOOGUA, la directora del instituto ha notado “una mayor demanda de plazas por parte de los jóvenes y sus familias. En un primer momento, venían los más necesitados, dentro de los que podían seguir estudiando. Sin embargo, con el tiempo, nuestra entidad ha conseguido una innegable reputación y hoy se elige la opción de INDICOOGUA no solo por razones económicas, sino también por calidad educativa”, afirma.
Llegaron las necesarias mejoras en las instalaciones
Entre otros avances, la licenciada Manríquez destaca: “Mejoras en infraestructuras, instalaciones… que permiten disfrutar a alumnos y personal de unas condiciones más idóneas para el aprendizaje y la enseñanza. Además, hemos logrado, por fin, contar con un laboratorio de computación, que era algo totalmente necesario”.
La Covid 19 apenas ha permitido a alumnos y personal docente disfrutar de la recientes mejoras llevadas a cabo en instalaciones. Independientemente de ello, estas son muy evidentes, como enumera su directora:
“Cinco aulas nuevas, amplias y con mobiliario nuevo, seis servicios sanitarios amplios e higiénicos, laboratorio de computación con red instalada y lista para conectar internet, mejor iluminación… y una fachada muy atractiva”, apunta, con satisfacción. No es para menos. Atrás quedan muchas solicitudes y gestiones antes de que fuesen acometidas estas necesarias reformas, llevadas a cabo durante el mandato del actual alcalde, el Lic. Jorge Orellana Pinto.
Los motivos de satisfacción de la directora de INDICOOGUA
De lo que más satisfecha se encuentra después de 16 años de ‘lucha’ y esfuerzo la directora del instituto, es “del nivel educativo que hemos alcanzado, que ha provocado una demanda creciente en la reserva de plazas».
Y destaca también: «El perfil cada vez más cualificado de nuestros egresados, el clima organizacional, la infraestructura que hoy podemos ofrecer, el laboratorio de computación que durante mucho tiempo fue un sueño y ahora es ya una realidad».
Tampoco se olvida de esas arduas y largas gestiones que dieron como fruto «la reforma del edificio y que, aunque no es nuestro, se construyó en función de las necesidades de INDICOOGUA”.
«El equipo docente, gran valor de INDICOOGUA«
Pero su mayor satisfacción, eso que tal vez conceda un punto diferencial a INDICOOGUA es “el equipo de trabajo que hemos conformado. Hemos logrado crear un grupo docente muy vocacional, muy apasionado en su trabajo”, comenta la licenciada Manríquez con cierta emoción.
Desde nuestra apreciación, añadiríamos que el plantel docente de INDICOOGUA forma un bloque muy sólido, unido en el compromiso por una enseñanza que, más que calidad, busca la “excelencia”. Pero unido, también, en el ocio y el tiempo libre.
Esto permite crear una empatía y unas sinergias difíciles de encontrar en otros colectivos. Son muchas las excursiones y celebraciones que han vivido juntos. Visto desde fuera, ese es un elemento diferenciador muy importante, que explica buena parte de los éxitos de este modesto y gran centro educativo.
La realidad de los institutos por cooperativa en Guatemala
La directora Manríquez Caldera considera que la Administración debería incrementar “el subsidio a los institutos por cooperativa de modo que nos permita pagar el salario mínimo al personal y recibir las prestaciones que la ley establece, entre otras, la valija didáctica para los docentes”, señala, con la rotundidad de quien reivindicativa un derecho no atendido.
El sueño de unas instalaciones propias
Y, sin pausa, sigue diciendo: “En cuanto a necesidades específicas de INDICOOGUA, nuestra aspiración siempre será tener un establecimiento propio. Consideramos que eso nos ayudaría a incrementar notablemente nuestra aportación a la educación en Guastatoya y en El Progreso».
Como quien mira ese objetivo como una aspiración irrenunciable, insiste: «Eso nos permitiría personalizar y mejorar nuestros sistemas de enseñanza, repercutiendo en una mejor formación de los alumnos y en mayor beneficio a nuestro entorno social. En aras de la excelencia en la educación que llevamos en nuestro lema, un centro propio supondría una gran paso adelante”.
Edificio compartido con dos centros oficiales
Sobre la situación de la entidad que dirige añade: “El edifico actual lo compartimos con dos centros educativos oficiales y, por tener nosotros la mayor población estudiantil, nos dejan la responsabilidad. Eso hace que prácticamente subsidiemos a los otros dos centros educativos en cuanto a gastos de reparación y mantenimiento, tanto del edificio como del mobiliario. De alguna manera, es una carga adicional para INDICOOGUA”.
Comparativa de la inversión de Guatemala en educación
Expansión (revista española de economía) recoge datos de la inversión en educación de los distintos países del mundo de 2018. Los valores actualizados de Guatemala a 2018 (los de algunos otros países son incluso de 2016) dicen que el país invierte en educación el 2,93% de su PIB y 113 € ($ 133) per cápita/año.
A pesar de los incrementos de los últimos años, estas cifras no solo están por debajo, evidentemente, de los países más avanzados, sino también de todos los de su entorno, incluidos aquellos que ofrecen cifras de 2016 y 2017. En consecuencia, es mucho lo que habría que mejorar en este sentido. La imagen de abajo ofrece una tabla comparativa con algunos de los principales países del mundo y con otros del entorno.
Enseñar y aprender en tiempos de Covid-19
La pandemia del coronavirus ha supuesto un enorme desafío en todo el mundo y en todos los ámbitos sociales. El sector de la educación ha sido uno de los más afectados. “El 2020 en INDICOOGUA lo hemos afrontado con muchos retos y desafíos, con la necesidad de realizar adecuaciones curriculares por la modalidad distancia y haciendo uso de la tecnología e internet de un modo no habitual hasta este año”, señala la doña Ninfa Graciela Manríquez.
Y añade: “Hemos utilizado distintas estrategias con el fin de no detener los procesos de enseñanza y aprendizaje. Siempre se continuó avanzando, desde el compromiso con la responsabilidad educativa que tenemos para atender a nuestros alumnos en todo momento”.
Un camino nunca antes transitado ni conocido
Incidiendo en las dificultades, echa la vista atrás sobre el pasado reciente: “Ha sido un curso más complicado de lo normal, porque nos tocó recorrer un camino nunca antes transitado ni conocido”. Y sigue detallando algunos de esos obstáculos:
“Hemos tenido que hacer frente a falta de experiencia en la modalidad virtual, en la metodología a utilizar para las explicaciones e inducciones, en la forma de calificar los portafolios virtuales. Y los alumnos, además, han tenido que enfrentarse a la falta de dispositivos electrónicos, desconocimiento de las plataformas virtuales, cuando no a la de no disponer acceso a internet o poca señal”.
Los protocolos Covid-19: obedecer y dar ejemplo
Los protocolos Covid-19 han supuesto otro importante esfuerzo para el personal del centro educativo. INDICOOGUA ha seguido “escrupulosamente desde el primer momento las directrices establecidas por las autoridades sanitarias del país, tendentes a frenar los contagios de la pandemia de la Covid-19″, explica en este apartado.
Y prosigue: «Esto supuso una carga de trabajo adicional, que hemos asumido con rigor y civismo. Estábamos ante una emergencia social en la que entendimos que debíamos cooperar obedeciendo y, al mismo tiempo, dando ejemplo”.
Cierre del curso 2020: balance de aprobados y suspensos
Con el curso académico prácticamente cerrado en Guatemala, la cuestión es conocer el resultado final y cómo la pandemia afectará al número de aprobados y suspensos.
La directora de INDICOOGUA tranquiliza a los alumnos al considerar que “no habrá variaciones sustanciales con respecto a otros años por haberse modificado el Reglamento de Evaluación en relación a la aprobación de los cursos. Será por promedio general. Si superan los sesenta (60) puntos, los alumnos pasarán al grado inmediato superior”, aclara.
En 2021 enseñanza mixta: presencial y a distancia
Tampoco considera que el porcentaje de abandonos durante este curso escolar marcado por la Covid-19 haya sido superior al de otros años en Indicoogua:
“Está en torno al 3%, algo que concuerda con las cifras de ciclos anteriores”, indica, al tiempo que añade que para el nuevo curso –el cual dará comienzo en enero-, el sistema de enseñanza previsto será «mixto, conjugando enseñanza presencial y a distancia». En este sentido hemos de decir que tenemos constancia de que en otros centros educativos de Guatemala no ha sido así. El índice de abandonos ha sufrido un apreciable incremento con respecto a otros años.
INDICOOGUA cierra con éxito el 2020
La licenciada Ninfa Graciela Manríquez entiende que INDICOOGUA cierra con éxito el curso 2020 (hablar de éxito en la enseñanza es hablar fundamentalmente del aprovechamiento académico de los estudiantes).
En las extraordinarias circunstancias actuales a nivel global, atribuye el logro “al magnífico equipo de trabajo de INDIOOGUA, a la efectiva comunicación con la comunidad educativa y al hecho de que todos aceptamos el reto y asumimos nuestra responsabilidad, desde la vocación y el compromiso con la educación de nuestros alumnos”, afirma.
Sin acompañamiento ni guía del Ministerio de Educación
A seguir de todo lo dicho, deja caer un reproche: “El éxito cabe considerarlo mayor dado que no tuvimos acompañamiento ni guía de estudio del Ministerio de Educación en esta situación excepcional de pandemia”, indica la directora, que siente que han estado un poco abandonados por la máxima autoridad educativa del país.
Lejos de los triunfalismos y de la autocomplacencia
Lejos de los triunfalismos y de la autocomplacencia, añade: “Con aciertos y desaciertos, que de todo hay siempre, hemos superado con solvencia una experiencia y un año complicados. Esto nos permitirá mejorar nuestros métodos de cara al ciclo escolar 2021”.
Confianza y esperanza en el futuro
Celebramos esa última mirada de confianza y esperanza en el futuro de la licenciada Ninfa Graciela Manríquez Caldera. Es también la mirada con la que INDICOOGUA se adentra en su tercera década, con la proa puesta en su gran referente: “Más que calidad, excelencia”.