La pandemia del coronavirus o Covid-19 ha encendido las alarmas en todo el planeta. Y si bien ha azotado de manera desigual a unos países y otros, todos han tenido que tomar medidas, porque más vale prevenir que curar. Los pueblos del valle del Motagua (Guatemala), de momento, se encuentran libres del coronavirus pero no de sus efectos.
Las primeras disposiciones de los distintos gobiernos a nivel internacional van en la línea de intentar frenar los contagios. Para ello se está solicitando a la ciudadanía que evite las aglomeraciones y a las familias que se encierren en sus casas, además de otras medidas profilácticas o de higiene. El virus ha dado muestras de ser mucho más agresivo de lo que creía en un primer momento, con una capacidad de expansión inesperada.
39 casos de coronavirus en Guatemala
Guatemala no es una excepción y ha cerrado fronteras a pasajeros llegados de países con altos índices de contagios, entre ellos España, y ha decretado toque de queda. En un primer momento era hasta el 31 de marzo, pero ya se ha prolongado hasta el 12 de abril.
Actualmente, el país tiene bastante controlada la situación. A día de hoy, los casos de contagios por el Covid-19 son tan solo 39, con un único fallecido. Estas personas infectadas se localizaron en cinco departamentos: Ciudad de Guatemala (30 casos), Sacatepéquez (5), Quetzaltenango (1). Santa Rosa (1) y Totonicapán (1).
Son datos esperanzadores, pero no se puede bajar la guardia. Es el momento de mantener unas fuertes medidas. Una expansión amplia podría tener consecuencias devastadoras en todo el país, sanitaria y económicamente.
Familias viviendo al día
En lo económico, ya se están notando los efectos tras la paralización de distintas actividades comerciales. Son muchas las familias que viven al día y la subsistencia sin el trabajo diario resulta muy complicada. Casos de extrema necesidad se dan en todo el país y no podía ser menos en los pueblos del Corredor Seco de Guatemala y de todo el cauce del río Motagua.
Guastatoya pionera en la lucha
La municipalidad de Guastatoya ha sido pionera en esta lucha preventiva entre los pueblos del valle del Motagua contra el coronavirus que azota al planeta. Desde el primer momento, ha implantado medidas adicionales a las del Gobierno Central, tanto en el apartado de prevención como en el de atención a los más necesitados. Comenzó por repartir mascarillas y siguió abriendo comedores y repartiendo víveres entre los más necesitados.
Entidades colaboradoras
Últimamente, entre las medidas profilácticas o higiénicas que ha tomado, está la de instalar unos grandes depósitos de agua en la calle para que los vecinos puedan lavarse las manos. El alcalde –licenciado Jorge Antonio Orellana-, está encontrando apoyo en distintas empresas del sector privado, como Cooperativa Guayacán y Agroquímica Guastatoya. Ambas entidades colaboran también regularmente con Social Ciclismo Fan Manager.
San Agustín, Morales, Puerto Barrios, El Quiché
Nos consta que otras municipalidades también están haciendo meritorios esfuerzos en este sentido. Tratan de cubrir las necesidades de los más necesitados en este período de cuarentena, aunque con muy pocos medios, y resultará angustioso para muchas familias.
San Agustín Acasaguastlán, Morales, Puerto Barrios han venido distribuyendo víveres entre las personas más necesitas el municipio, aunque en algunos casos, como han comentado algunos vecinos, deberían evitarse las aglomeraciones que se forman en el momento del reparto.
Por lo general, son también frecuentes las desinfecciones de parques, calles y establecimientos públicos en estos pueblos del Valle del Motagua.
Restricciones de agua
El país entra en el verano, estación de mayor sequía, por lo que el suministro de agua empieza a escasear en algunos municipios. Esto sucede cuando una de las recomendaciones de la OMS son de lavado frecuente de manos para evitar infecciones. “Debido a la baja que ha tenido el caudal de agua que proviene de Chimente, se estará racionando del vital líquido cada tres días”, anuncia la municipalidad de Santa Cruz del Quiché.
Es de confiar que los próximos 12 días de confinamiento sean suficientes, porque hay un amplio sector de la población de los pueblos del Valle del Motagua empiezan a sufrir, en forma de hambre real, los problemas de coronavirus.