Higiene bucodental desde antes del primer diente

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La higiene bucodental es salud general
La higiene bucodental es salud general

La salud dental -y de la boca en general- es garantía de una mejor salud y contribuye también a obtener una mayor calidad de vida. De ahí que la importancia de una buena higiene bucodental podría decirse que comienza incluso antes de que al niño o niña le salga el primer diente.

La cavidad bucal – primer componente del sistema digestivo de nuestro cuerpo- es la puerta de acceso de los alimentamos al organismo del ser humano y, en general, al de todas las especies del reino animal. Más allá de que también realice una función importante como elemento de comunicación entre las personas.

Higiene bucodental, un habito que debe comenzar pronto
Higiene bucodental, un habito que debe comenzar pronto

Comer sano con boca insana

La alimentación no solo es básica para que a una persona obtenga la energía con la que poder desempeñar sus actividades diarias, sino que le permite desarrollar los órganos de su cuerpo. De ahí la importancia, no solo de lo que comemos, sino de las condiciones en las que esos alimentos llegan al estómago.

Higiene bucal, cuestión de hábitos y actitudes

Si cada uno dentro de sus posibilidades se preocupa por comer lo más sano posible por ser garantía de más salud, se verá como un contrasentido que no nos preocupemos que sucederá con esos alimentos en el proceso del paso por la boca o incluso con esa saliva que a lo largo del día tragamos.

Podría decirse que la higiene de la boca, como casi todo, es una cuestión de economía; pero en gran medida también lo es de hábitos y actitudes.

Caries en los dientes de leche
Evitar las caries incluso en los dientes de leche

Afección cardiovascular, alzhéimer, diabetes… y caries

Veamos qué situaciones se pueden dar en nuestra boca para de ese modo poder evaluar mejor la importancia de una boca sana y de los cuidados de la misma desde la primera infancia.

En un muy interesante artículo Bob T. Rosier y Alejandro Mira Obrador, publicado en The Conversation, dicen algo realmente llamativo:

“Cuando conocemos a una persona con una enfermedad cardiovascular, alzhéimer o diabetes no pensamos en que no se ha cepillado bien los dientes”, exponen, dejando entrever la importancia que tiene la salud dental y bucal para nuestra salud, en general.

Un problema que puede llegar al cerebro

Asociamos una mala higiene bucodental con: caries, inflamación de encías o mal aliento (halitosis); pero pocas veces pensamos en otras muchas enfermedades que se pueden generar o potenciar a partir de un mal estado de nuestra dentadura, porque las bacterias de la boca se pueden llegar a extender por distintas partes del organismo hasta llegar incluso ¡al cerebro!

Algunos datos que nos dan idea del hábitat favorable que encuentran las bacterias en nuestra boca:

  • En la boca, por lo general, habitan entre 100 y 200 especies de bacterias de las 700 especies identificadas.
  • Por mililitro de saliva hay una concentración de unos 100 millones de bacterias.

Estas bacterias, se extienden por toda la boca y llegan a formar comunidades estructuradas como la placa dental y la saburra blanca de la lengua.

Bacterias beneficiosas

No todas las bacterias son malas como cabe suponer. Veamos cómo nos ayudan las bacterias buenas:

  • Ponen resistencia a otras bacterias patógenas establecerse en nuestra boca.
  • Ayudan a provocar algunas reacciones químicas en nuestra boca, como la generación de nitrito, que contribuye a reducir la tensión sanguínea y presenta efectos antidiabéticos.

Los azúcares y los dientes

Los malos hábitos alimentarios o la falta de higiene – como recuerdan en su artículo Bob T. Rosier y Alejandro Mira Obrador- pueden hacer que:

  • Algunas bacterias no patógenas lleguen a acarrear enfermedades.
  • Ejemplo. Son los casos de la ingesta excesiva de azúcar, que incrementa el número de bacterias que se alimentan es este producto. Los azúcares se convierte en ácidos orgánicos y estos atacan los dientes, dañando el esmalte y propiciando la aparición de caries.
  • Crean desequilibrios entre la población bacteriana de nuestra boca, propiciando la aparición de ciertas enfermedades.
Pasta de dientes fluorada
Menor concentración de flúor en la pasta hasta los 2 años

Enfermedades periodontales o de las encías

La placa dental, debido a la falta (o deficiencia) de higiene dental, se acumula en la dentadura y las consecuencias son:

  • Inflamación de las encías (gingivitis).
  • Producción de suero gingival que desarrolla más proteínas.
  • Estas proteínas se convierten en alimento para algunas bacterias, que aumentan su población y son causantes de la gingivitis.
  • La consecuencia final puede ser la inflamación crónica: periodontitis.

Boca y alzhéimer

Está demostrado que la periodontitis aumenta el riesgo de enfermedades tales como:

  • Artritis reumatoide, aterosclerosis, hipertensión, alzhéimer, diabetes o complicaciones del parto.

La gran cantidad de moléculas proinflamatorias que se producen en encías inflamadas se pueden extender por el cuerpo a través del torrente sanguíneo o vía gastrointestinal y trasladar la inflamación a otras zonas del organismo.

Un grupo de investigadores incluso ha conseguido relacionar efectos de este tipo de enfermedades bucales con el deterioro del cerebro y la enfermedad del alzhéimer.

Empezar a limpiar los dientes antes de que le salgan

Los especialistas dicen que incluso antes de que le hayan salido los primeros dientes se debe iniciar el hábito de la higiene bucodental en el bebé. En esa primera fase lo recomendable para ellos es humedecer una gasa en agua potable o manzanilla y limpiarle las encías después de cada toma.

Caries de lactancia o de biberón

Por el hecho de que los primeros dientes del niño (los llamados dientes de leche) no estén destinados a permanecer mucho tiempo en la boca, no se debe descuidar la limpieza de los mismo.

La denominada caries rampante (o de la lactancia o biberón) puede afectar desde la aparición de los primeros dientes. Mamás y papás deben estar muy vigilantes a su posible aparición, porque es muy agresiva y destruye rápidamente los dientes de leche. Además de eso, como se indicó antes, produce un incremento nocivo en la boca del número habitual de bacterias, lo cual es muy contraproducente para la salud en general.

Problemas de las caries en los dientes de leche

  • Pérdida de espacio para la llegada de los dientes definitivos, si la caries provoca la caída de los dientes de leche demasiado pronto.
  • Mayor probabilidad de nuevas caries.
  • Dolores propios de las caries e infecciones asociadas.
  • Más dificultades para masticar los alimentos.
  • Posibles problemas de pronunciación.
  • Posibilidades de desarrollar otras enfermedades que atañen a la salud en general del niño o niña.
  • Barreras a la integración social.

Qué favorece la aparición de la caries

  • Consumo excesivo de productos azucarados, exponiendo a los dientes a un prolongado contacto con ellos.
  • Mojar el chupete en productos con altas composiciones de azúcar.
  • Hábito de dejar al niño o niña dormir con el biberón en la boca.
  • Transmisión de bacterias que provocan la caries a través de la saliva: besos en los labios, limpiar el chupete o la cucharilla del bebé chupándolo con nuestra propia boca, etc.
  • Que el bebé no reciba la cantidad de flúor necesaria.

El cepillado de los dientes en la infancia

Con la aparición de los primeros dientes en el bebé, hay que empezar el cepillado. Primero serán los papás/mamás los que lo hagan y lo habitual es que a partir de los 6 o 7 años el niño o la niña empiecen a preocuparse de su propia higiene bucodental.

Esta tarea debe ocupar en torno a los 2 minutos y en el proceso debe establecerse un orden determinado para que no se olvide de limpiar ninguna de las partes. Se realizará tres veces al día, después de cada una de las comidas principales. En las personas adultas se recomienda un cepillo de dureza media o baja. En la infancia, con un cepillo suave puede ser suficiente.

El cepillo de dientes debe adaptarse a la edad
El cepillo de dientes debe adaptarse a la edad

Uso del hilo dental en la infancia

Por lo general no suele aconsejarse el hilo dental a tempranas edades, pero sí en aquellos casos en los que el niño o niña muestra propensión a la caries desde sus primeros años. Será a partir de los 8/10 años cuando el hilo dental deberá empezar a aparecer en el proceso del limpiado de los dientes como complemento al cepillo. Y mejor seda dental que hilo dental para evitar los cortes en las encías.

Hilo dental
Hilo dental

Pasta dental recomendada para los niños

Desde la aparición del primer diente hasta la edad de 2/3 años, los especialistas recomiendan usar una pasta de dientes de 1000 ppm de flúor durante el cepillado dos veces al día. A partir de los 2/3 años podrá usar una pasta de dientes de 1450 ppm (unidades de flúor por millón).

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