Pájaros, tortugas, peces o hamsters son otras mascotas menos llamativas que perros y gatos, pero también muy apreciadas por niños y niñas.
Los pájaros
Entre los pájaros más demandados como mascotas están los loros y los periquitos. Los primeros son más sensibles a los cambios de temperatura. Se domestican fácilmente y, cuando se consigue, resultan divertidos.
Los periquitos, por su parte, demandan la compañía de un congénere de su especie para sentirse alegre.
Tortugas
Las tortugas son bastante fáciles de cuidar, sabiendo a qué especie pertenecen, y la primera diferenciación que debemos tener clara entre las consideradas tortugas domésticas es si son terrestres o de agua dulce. Por lo general, como mascotas se recomiendan más las primeras por aquello de que no necesitan habitar en un entorno acuoso.
Con respecto a otro tipo de mascotas, las tortugas son más longevas, no requieren grandes cuidados, son omnívoras –comen de todo lo que encuentran a su paso- y pueden pasar hasta tres días sin comer por ser de metabolismo lento, como corresponde a la clase de los reptiles.
Son mudas, no emiten sonidos, por lo que debemos estar atentos a sus necesidades o salud, pues no van a quejarse. Son de sangre fría, por lo que necesitan el sol y una adecuada temperatura ambiente.
Entre las tortugas domésticas, la más común es la denominada tortuga rusa, otros tipos son: tortuga de orejas rojas, tortuga del bosque y tortuga pintada.
Peces
Ocupan poco espacio en una casa y demandan pocos cuidados. Después de acondicionar correctamente el acuario o pecera, apenas hay que preocuparse más que de darles de comer -tarea que puede realizar perfectamente el niño/niña- y de mantenerles el agua limpia. Esta última tarea ya debe controlarla un adulto.
Los hamsters
Los hamsters son muy demandados por los más pequeños de la casa. No requieren unos cuidados especiales, pero es necesario procurarles una condiciones adecuadas en cuanto a higiene y temperatura. Toleran una alimentación variada.
Las jaulas para estos roedores es muy conveniente que estén homologadas. Debe evitarse que entren en contacto con cables o muebles, porque, en su condición de roedores, pueden causar ciertos desperfectos. Los cuidados de la jaula, por otro lado, son sencillos.
