La camelia, flor de Galicia, monja blanca y marimba

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La camelia es la flor de Galicia. Viene a ser el equivalente a la monja blanca, en Guatemala, que tiene entre sus hábitats naturales la Sierra de las Minas, y guarda además similitudes con la marimba. La camelia tiene legiones de admiradores en estas tierras galaicas y goza incluso de sus propios certámenes.

Precisamente este fin de semana se celebró uno en Vigo y, como además es la flor de mi infancia, fui a visitar la que era la V Exposición de la Camelia.

Camelia blanca con tonos rosa
Monja blanca, flor de Guatemala

Como la marimba, importada

La camelia, guarda también un cierto paralelismo con la marimba, otro símbolo guatemalteco, pues tanto la flor como el instrumento musical son importados. La marimba es originaria de África y la camelia del “lejano oriente”, de China, donde se la conoce con el sobrenombre de “el árbol de las hojas brillantes”, de un verde oscuro intenso; y de Japón, estando considerada también como “la rosa de Japón”.

Marimba, instrumento nacional de Guatemala

La marimba enraizó en Guatemala, donde encontró como elemento diferenciador, la madera de formigo de los bosques de Petén, que le proporciona a los instrumentos fabricados en este país un sello de calidad excepcional.

Camelias blanco-rosadas

La camelia en Galicia

Por su parte, la camelia halló en el clima húmedo y suave de las costas de Galicia una tierra ideal para desarrollarse. Cabría añadir que, en cierto modo, es una flor de culto, pues está presente en algunos de los jardines de las antiguas casas de la nobleza de Galicia, conocidas como “pazos”.  A Galicia, al parecer, llegó traída por marineros gallegos y portugueses.

Camelia púrpura

Como flor de Galicia, encuentra también promoción a nivel institucional y privado en en lo relativo «al cultivo, cuidado y conocimiento de la camelia: esa hermosa flor que habita nuestros jardines cada invierno, llenándolos de color, luz y vida”, se escribió. Y se ha establecido un circuito turístico para que los muchos admiradores de esta flor puedan visitar los jardines más destacados.

El árbol puede llegar a medir unos 10 metros y de la flor aseguran que puede haber unas 10 mil variedades, en tonos de colores que van del blanco al rojo pasando por una amplia gama de tonalidades, incluida la púrpura.

Camelia blanca

La dama de las camelias

A pesar de su enorme atractivo, al principio pasó bastante desapercibida en Europa, hasta que Alejandro Dumas escribió la La dama de las camelias, novela de 1848. Era la flor de Marguerite Gautier, protagonista de esta obra literaria, que en realidad recreaba la verdadera historia de Marie Duplessis.

Camelia roja

La flor de mi infancia

Como decía al principio, la camelia es también la flor de mi infancia. Por eso, cuando me enteré de la exposición de este fin de semana, de inmediato, me hice el propósito de asistir.

Tengo grabada en mi memoria aquella “cameleira”, llamábamos nosotros en gallego en la aldea al árbol que daba la flor de la camelia. Era muy grande y estaba en casa de tío Benito y tía María, en un extremo de su finca, plantada unos dos metros por encima del nivel del camino y con parte de su ramaje inclinado sobre este.

Camelia rosa

Flor de invierno

Florecía en pleno invierno, cuando los días eran por lo general bastante grises. Tal era el colorido del árbol de la camelia, que a mis ojos de niño se iluminaba como un árbol de Navidad.

El periodo de floración no es muy largo, como en el caso de todas las flores, pero aquel árbol aún conseguía proporcionarme una emoción más. Tras los días de temporal, gran parte de las flores caían al camino, alfombrándolo literalmente.

Aquel colorido intenso sobre la tierra oscura, ante mis ojos era como el camino de entrada a un cuento de hadas. La flor de la camelia no se va extinguiendo pétalo a pétalo, cuando cae, cae la flor completa, por eso la sensación de volumen en el suelo era mayor.

Camelia blanca

Recuerdo tomar en mis manos aquella flor de pétalos gruesos y sedosos, que enseguida se marcaban al menor roce. No conocía muchas flores, pero ya nunca pude olvidar la camelia de mis inviernos grises y queridos de infancia, ni tampoco dejé de sentir mi admiración por esta flor.

Trajes típicos

Se aprovecho la exposición para exhibir algunos trajes típicos de Galicia, los cimarróns, propios de los carnavales en la zona de Verín y Laza (Ourense) y trajes clásicos.

NOTA. En InfantiaN queremos establecer también ciertos vínculos entre Galicia y los pueblos de la cuenca del Motagua, en tradiciones, pero también en cultura y educación.

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