Se avecinan tiempos de cambios tras la pandemia del Covid-19, que obligarán a tomar nuevas posiciones a todos los países. En estos movimientos el Valle del Motagua debe buscar ser parte de Guatemala. No como ente geográfico, que ya lo es, sino como elemento activo de su desarrollo. El valle del Motagua tiene que integrarse en la vida y en la economía real de Guatemala. Su papel no puede limitarse a un lento fluir del agua y del tiempo.
Cambio y “reconstrucción”
En algunos países se ha llegado a hablar incluso de “reconstrucción”, como si estuviésemos saliendo de entre los escombros tras un bombardeo. Pueden ser los escombros psicológicos que está dejando el paso del coronavirus.
Tras una crisis, cada territorio presenta sus heridas pero también se le abren sus oportunidades. Los pueblos del Valle del Motagua no pueden ser una excepción y deben reivindicar otro espacio en el futuro en este bello país de América Central.
Guatemala: bella casa con jardín, vistas al Pacífico y trastero
Para hacernos una rápida idea, podría decirse que Guatemala es una bella casa con jardín, vistas al Pacífico y trastero. La capital, Ciudad de Guatemala, sería la casa con un gran peso demográfico y económico en el conjunto del país. El jardín lo constituye su zona turística por excelencia: Antigua y la región de los volcanes. Y las vistas de esta espléndida casa dan hacia el Pacífico, porque Guatemala mira hacia occidente.
El Valle del Motagua, parte de atrás de Guatemala
Todas las casas, incluidas las más lujosas, tiene su parte de atrás: donde se ubica el trastero, en ocasiones la huerta y también los desagües. Hablando de desagües, cabe recordar que aún hoy gran parte de las aguas residuales de la capital acaban en el río Motagua. Esta parte de la casa, rara vez se muestra a los visitantes y solo se va a ella cuando no queda más remedio.

En cierto modo, todo el Valle del Motagua parece ubicado en la parte de atrás de Guatemala. Un palmo hacia el este de la capital empieza un territorio difuso que denominan el oriente o región Nor-Oriente. En esta nebulosa que es el oriente dentro de Guatemala, se encuentran El Progreso, el Valle del Motagua, parte del Corredor Seco e Izabal, que se prolonga hasta la costa atlántica o mar del Caribe.
Superar un abandono secular
Son muchas las necesidades en todo el país. Y más habrá después de la pandemia, pero es necesario compensar a los pueblos de la ribera del río Grande de tanto abandono. Escribíamos hace poco: “Valle del Motagua: crónica de un olvido”. No es un abandono de ahora, es secular. Y mientras el Valle del Motagua sea la parte de atrás de la gran casa de Guatemala, el país no podrá vertebrarse adecuadamente, porque el valle es la salida natural hacia el Atlántico y hacia el norte del país: Alta Verapaz y Petén.

Una visión política preocupante
El propio presidente de la Nación, Alejandro Giammattei, ofreció hace no mucho tiempo una visión extremadamente focalizada de Guatemala, al indicar que había que seguir potenciando la capital y su área metropolitana porque suponen el 75% de la economía del país. Para añadir que era el momento de invertir en esa zona, porque, si ella va bien, la economía de Guatemala irá bien.

El error de la extremada focalización
Ese planteamiento tan focalizado y excluyente al mismo tiempo, que tampoco vamos a tomar al pie de la letra, porque entendemos que refleja la situación de un momento en unas circunstancias muy concretas, supondría un error por varios motivos:
- Puede crear importantes guetos en Ciudad de Guatemala y su anillo, al generar un efecto llamada desde otros departamentos del país, creando grandes concentraciones de población en reducidos espacios y marginales.
- Si se colapsa esa reducida zona que concentra al menos el 75% de la economía del país, se colapsa la economía de Guatemala.
- Despueblan otras regiones del país.
- La capacidad de crecimiento de la capital y su área de influencia nunca puede ser tan amplia como la de un país perfectamente vertebrado.
- Y una cuestión socialmente muy importante, se está relegando al olvido a otras regiones del país; es decir, a hombres, mujeres, niños y niñas.

Autopistas a Puerto Barrios y Cobán
En un país bien vertebrado, con buenas comunicaciones norte-sur y este-oeste, departamento de El Progreso y el Valle del Motagua estarían destinados a desempeñar el papel relevante que hoy no tienen y que tan bueno sería para Guatemala. Y toda vertebración comienza por una buena red de viaria, por unas autopistas que lleguen a Puerto Barrios y a Cobán, que no obliguen a dejar miles y miles de horas improductivas en la carretera a transportistas y a la población en general.