Hoy tocaba realizar los 10K del día después. Hablamos de medioambiente, de la retirada de aquellos residuos que aún pudiesen quedar, porque los eventos deportivos, por regla general, no concluyen con la entrega de premios a los vencedores o de regalos a los beneficiados en el sorteo.

Ya sea inmediatamente a la conclusión del evento o al día después, hay que recoger para que, tanto si este se desarrolla al aire libre como en un recinto cerrado, todo vuelva a quedar como estaba; es decir, dispuesto para el uso habitual, para la actividad diaria, ya sean ciudades, calles o recintos cerrados.
Hoy correspondía realizar la 10K del día después para retirar la cinta plástica que se había utilizado para confirmar el itinerario de la prueba de ayer por las calles de Guastatoya.
Grandes luchas con pequeños gestos
Las grandes luchas se pueden iniciar con pequeños gestos. No podemos proclamarnos defensores de la lucha contra el cambio climático, de la defensa de la naturaleza o de la conservación del medioambiente si en nuestro día a día o en la organización de nuestros eventos no somos capaces de hacer un esfuerzo añadido para dejar todo como estaba, limpio de aquellos restos consumidos en el evento.

Por eso, bolsa en mano, había que ir retirando todos los signos que pudiesen quedar en arboles, postes o farolas.
En algunos puntos ya se nos había adelantado el diligente equipo de limpieza de la ciudad, y allí donde vimos la más pequeña señal del evento, la retiramos. Este ya solo debía estar en las fotos y en el recuerdo.
Fue una 10K más pausada, que nos permitió detenernos incluso a tomar algunas fotos de aquellas zonas que se habían escapado estos días al objetivo de nuestra cámara, como el puente colgante de la zona de Los Chorritos; pero una 10K completa.
Tal vez ahora podamos decir que la 10K de Guastatoya de la III Olimpiada de la Cooperación ha concluido.