Hacíamos referencia en el artículo anterior a ideologías y valores o principios. Ayer se producía la noticia del asesinato del alcalde de uno de los pueblos del valle del Motagua, concretamente del Lic. César Augusto Paz Castañeda, máximo regidor de la municipalidad de Teculután en el departamento de Zacapa. Ni su egregio nombre ni su apellido lograron librarlo de una muerte violenta. En el acto, fallecían también dos guardias de su escolta. Las balas siempre traen dolor, muerte y hambre.
“Pueblos tranquilos”
En esta publicación tratamos de ir sorteando este tipo de noticias, que nos encontramos con más frecuencia de la deseada, como quien va eludiendo los charcos que se tropieza en el camino después de una noche de lluvia.
No es que nos preocupe mancharnos los pies -nuestros zapatos tienen ya la huella indeleble del camino-, pero intentamos ver siempre la cara positiva de los “pueblos tranquilos” del valle del Motagua, aun siendo conscientes que en algunos casos se trata solo de una calma tensa.
Balas y hambre
Es difícil de calificar este desprecio por la vida ajena. Como decíamos, sobran ideologías e intereses oscuros y faltan valores en la sociedad en general. Las balas traen dolor y muerte, y además, hambre.
Teculután, por las dos o tres veces que estuvimos allí prácticamente de paso, podríamos decir que es una ciudad emprendedora. Con Guastatoya, la más dinámica del curso medio del Valle del Motagua, aunque más industrializada que la cabecera departamental de El Progreso.
Cómplices
Del alcalde, nada sabíamos; pero si en algo había faltado a alguien, si algún delito ha cometido, debería ser la Justicia la que determinase la dimensión de su culpa y de su castigo, nunca una bala. Al parecer, ya había escapado a otro atentando en 2018.
Con frecuencia -no lo decimos por este caso- hemos oído con cierto horror eso de: “Se lo tenía merecido” o “algo habrá hecho”, incluso para justificar acciones criminales. Esto es inmoral también, muy inmoral.
No nos damos cuenta de que con ese tipo de acciones y pensamientos también nos estamos haciendo un poco cómplices. Estamos ayudando a perpetuar la violencia y a hacer más pobres nuestros pueblos, porque la bala siempre acarrea dolor y hambre. Si obramos o pensamos de ese modo, si aceptamos con ligereza estos hechos como algo normal, estamos contribuyendo al atraso de nuestra sociedad y a consolidar un sistema paralelo perverso.
Madera de héroe
Ahora vendrá otro alcalde o alcaldesa. Si no tiene madera de héroe -y a nadie se le puede exigir que haga gala de esa condición en el desempeño de su cargo, sea este público o privado-, estará condicionado o condicionada por este hecho.
Poder en la sombra
Cabe suponer al nuevo regidor municipal entereza moral y vocación para servir a su pueblo. Pero sabe que en la recámara siempre habrá otra bala presta a salir. Entonces el gobierno del alcalde o alcaldesa estará condicionado por un poder en la sombra que no atiende a los intereses del pueblo, sino a los propios.
Y es así como los pueblos no avanzan, no prosperan… Departamentos como el de Zacapa permanecen anclados en el tiempo, con aldeas y comunidades con grupos de niños castigados por la desnutrición crónica. Explicarle esto a quien apretó el gatillo o a quien ordenó la acción parece una cuestión difícil. Viven, por lo general, para alimentar exclusivamente su egoísmo y su codicia.
La violencia trae hambre al pueblo
Los avances de los pueblos y los países nacen de la igualdad de oportunidades, la libre competencia y el trabajo en equipo. Sin una auténtica democracia, muchas cualidades y mucho talento quedarán enterrados bajo los intereses ocultos y las iniciativas mediocres de unos pocos, que solo dan para su lucro personal.
Estos ambientes de intimidación y extorsión constituyen un enorme freno para los pueblos, impidiéndoles avanzar. El talento y el ímpetu se quedan frenados por la violencia. El futuro nunca da llegado para los habitantes de estos pueblos y los niños ven como se les roba su futuro allá donde imperan sistemas viciados.
El Gobierno y el Poder Judicial deben mantenerse firmes en la persecución de este tipo de acciones delictivas. Es fundamental para el progreso de cualquier pueblo o nación.