El Castillo de San Felipe de Lara es una construcción de carácter militar. Se alza en defensa del lago Izabal, como una punta de arpón, al final de una afilada lengua de tierra adentrada en el agua. Se encuentra justo a la entrada del lago, en la municipalidad de Livingston, Guatemala.

Su aspecto rocoso y fortificado –también se le conoce por el nombre de Fortaleza de San Felipe- evoca tiempos belicosos de otras épocas en los que las amenazas llegaban por la costa atlántica desde el mar Caribe, remontando el río Dulce.
Contemplando las tranquilas aguas del lago o de la ensenada del río Dulce y la vida calma del trópico, hoy en día resulta difícil imaginar que una construcción de ese tipo pudiera haber sido necesaria como elemento de defensa de algo en este lugar.

Bastión contra piratas
Eran tiempos en los que a orillas del lago Izabal se desplegaba una gran actividad comercial, sobre todo de almacenaje y embarque de mercancías hacia España. Esto atrajo pronto la atención de los piratas que en aquellos tiempos navegaban por las aguas del Caribe, prestos siempre al pillaje.
Ante esta situación, el rey de España Felipe II mando levantar este bastión con unas características menos ambiciosas que las actuales. Eso hizo que hacia finales del siglo XVI la torre fuese destruida por un ataque bucanero. Pedro de Bustamante mandaría reconstruirla en 1595, según reza en una inscripción en piedra en el acceso al castillo, y la denomino Torre de Bustamante.
19 cañones
El Castillo de San Felipe de Lara es un referente de la historia del oriente de Guatemala de los siglos XVI a XIX. Llegó a contar de forma permanente con 12 soldados y 12 cañones, que después se incrementarían hasta 19: 17 de hierro y 2 de bronce; pero en 1817 este emplazamiento militar sería abandonado.

Así como la riqueza es difícil de guardar, la pobreza se protege sola. Por lo que al cesar la actividad comercial en la zona del lago Izabal, ante la competencia de otros puertos del Caribe más pujantes, ya no había necesidad de mantener un destacamento militar en este lugar.
Al mismo tiempo, la actividad comercial marítima de Guatemala por el Atlántico se fue desplazando a Puerto Barrios, lo cual tenía mucha lógica porque los barcos, cada vez más grandes y de mayor calado, se encontraban con muchos obstáculos para remontar el río Dulce e incluso, con la nuevas vías de comunicaciones, resultaba más práctico acercar la mercancía a la costa y no meter los barcos río arriba. Esto ocurría ya en pleno siglo XIX.
Aduana, almacén y prisión
En su interior hay distintas dependencias, protegidas por gruesas paredes, destinadas a acoger: cocina, almacén, otras estancias e incluso una prisión. Según se dice, fue también puesto aduanero.
Reconstrucción
La fortaleza volvió a ser reconstruida por Antonio de Lara en 1651. De ahí el nombre de Castillo de San Felipe (de Lara) en honor al rey de España y al autor de la obra.
En el siglo XX, la fortaleza se conservaba en estado semi-ruinoso. Aun así, era un foco de atracción turística creciente, por lo que se propuso acondicionar tanto el edificio como su entorno. La reconstrucción tal y como hoy se contempla, siguiendo los planos originales, corrió a cargo del arquitecto Francisco Ferrús Roig.

Monumento Turístico
Hoy es una edificación de gran valor histórico y de un excepcional atractivo turístico en la costa oriental de Guatemala.
La fortaleza se asienta sobre una porción de terreno que se asemeja a un semióvalo. La parte más puntiaguda se adentra en el agua y la más ancha está separada de tierra por un pequeño foso.
El entorno natural en el que se encuadra ofrece un aspecto paradisíaco, que hace más interesante aun la visita a este monumento, el cual desde 2002 aspira a ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Servicios en el recinto
Dentro de recinto hay algunas tiendas, restaurante, zona de baños y también de servicios de barcas para dar un paseo por el lago. Un sendero permite recorrer perimetralmente -en una caminata de menos de dos kilómetros bajo palmeras y otras especies arbóreas- esta punta de tierra que por una cara mira al lago Izabal y por la otra a una ensenada de río Dulce.

El paseo central que conduce desde la barrera de acceso al recinto hasta el Castillo de San Felipe, en un recorrido de unos 600 metros, atraviesa un antiguo cementerio.
Pueblo de San Felipe de Lara
Para entrar en este antiguo enclave militar hay que llegar primero a la población de San Felipe de Lara. Los habitantes de esta localidad tratan de vivir del turismo: alojamiento, comidas, venta de artículos de regalo, construcción y reparación de barcas y paseos en barco por el lago.
Río Dulce
Para llegar al Castillo de San Felipe, tanto si viajamos desde la costa (Puerto Barrios) como desde la capital por la ruta del Atlántico (AC9), a la altura de Morales –sin necesidad de entrar al pueblo- nos tendremos que desviar hacia la AC13, mediante un giro a la izquierda si venimos de occidente y a la derecha si procedemos de oriente. Un cartel en la carretera indica: Castillo de San Felipe a 28 km. En realidad está a algo más, a unos 35 km.
Siguiendo la CA13, cruzaremos el puente sobre el río Dulce y entraremos en la población del mismo nombre; es decir, la ciudad de Río Dulce. La vida de esta villa discurre mayoritariamente en torno a la carretera principal (CA13), que conduce a Petén y Belice.
Cualquier local a la vera de esta vía dentro del casco urbano se convierte en una tienda en la que se vende algo. El tráfico (tránsito) de vehículos es muy intenso, incluido el de camiones. Todo ello en un ambiente tropical.
Horarios de visitas y precios
Actualmente el castillo está abierto al público de 8:00 a 16:00 horas todos los días de la semana. El precio de la entrada es de Q 5.00 para niños, Q10.00 para adultos guatemaltecos y Q20.00 para extranjeros. (Estos precios pueden variar).

El Castillo de San Felipe de Lara es otro ejemplo de la construcción de carácter colonial que se encuentra en la ruta del curso del río Motagua desde su desembocadura hasta el altiplano de Quiché, tanto de carácter religioso (Iglesia de San Agustín Acasaguastlán e Iglesia de San Cristóbal Acasaguastlán) como civil: Puente de Barranquilla.
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